La decisión de comprar una cinta de correr o treadmill es usualmente buena. Estos aparatos permiten adelgazar efectivamente y cómodamente en nuestra propia casa. Esto nos permite poder caminar o correr sin tener que preocuparse del clima u otra gente.
Como tal las treadmill se han vuelto muy populares y pueden encontrarse en hogares, hoteles y oficinas. Sin embargo, estas máquinas no son tan sencillas como aparentan. Es muy fácil crear malos hábitos en la maquina, por lo tanto, aquí enlistamos algunos de los hábitos y problemas más comunes para evitar, y poder adelgazar sin problemas.
1. No precalentar
Este es una de los errores más comunes que la gente comete cuando ejercitan en una cinta de correr. Aun cuando es tentador subirse a la cinta y correr a la velocidad deseada, el cuerpo necesita ajustarse primero para correr. Si sales a jugar futbol, no empezarías a correr inmediatamente, harías elongaciones y carreras suaves antes de empezar. Es importante recordarse de esto y aplicar la misma actitud antes de empezar a entrenar en una cinta de correr. Si empiezas a correr sin precalentar, no estarás quemando calorías de la forma más eficiente. Adicionalmente uno corre el riesgo de acalambrarse lo cual usualmente termina en lesiones que eran evitables.
2. Bajar la intensidad antes de terminar
Bajar la temperatura del cuerpo después de un entrenamiento es igual de importante que el precalentamiento. La mayoría de las cintas automáticamente reducen la velocidad para enfriar el cuerpo, ya que si se corre a máxima velocidad y paras bruscamente los latidos del corazón bajan de un tirón, y esto puede resultar en mareos fuertes y la posibilidad de caídas dolorosas. El periodo de enfriamiento le permite a nuestros cuerpos reducir el rito cardiaco eficientemente. Si la maquina que estas usando no hace esto, es muy recomendado que antes de terminar de correr, reduzcas la velocidad progresivamente al final de la carrera.
3. Afirmarse de las barras de la cinta
Afirmarse en las barras de la cinta te ayuda a sentirte más seguro, pero la verdad es que no es bueno para tu entrenamiento, principalmente porque reduce la eficiencia de la carrera. Si te afirmas de las barras, correr te será más fácil pero no estarás corriendo naturalmente, lo cual hace al entrenamiento menos eficiente. También incrementa las posibilidades de dañarnos el cuello y espalda debido a la inclinación hacia adelante.
4. Desmontarse de la cinta mientras esta esté en movimiento
Nunca deberías desmontarte de la cinta mientras este en movimiento. Esto debería caer en la categoría de “sentido común”, pero lamentablemente mucha gente se lesiona debido a esto. Bajarte espontáneamente sin bajar el ritmo cardiaco a un rito consistente te aumenta el riesgo de perder el balance y terminar con una lesión seria.
5. Inclinación inapropiada de la cinta
La mayoría de las cintas a la venta hoy en día permiten cambiarle el ángulo a la cinta. Esto puede ayudar a aumentar la intensidad de un entrenamiento, pero, mucha gente pone a la cinta a un ángulo demasiado grande al ejercitar y puede terminar en problemas. Primero, si la maquina esta puesta en una velocidad alta es posible caerse y lastimarse fuertemente. Segundo, contra mas angulado este la maquina, mas presione es aplicada a la espalda, lo cual no es el objetivo de una carrera. Es mejor dejar el ángulo a un nivel moderado e incrementar la velocidad para obtener mejores resultados.
6. Exceso del ritmo cardiaco
La mayoría de las cintas de correr también vienen con información cardiaca. Es importante saber que exactamente significan los números, y recordarse que el máximo número de latidos por minuto de cada persona debería ser 220 menos la edad. Dependiendo del estilo de ejercicio hay un número determinado de latidos que es recomendado intentar mantener durante un entrenamiento. Aun cuando se esté haciendo un entrenamiento muy intenso, el número de latidos por minuto debería ser menos de 85% del máximo. Si estas ejercitando a un rito cardiaco más intenso que eso, estas poniéndole extra esfuerzo y presión al corazón y esto no ayuda a quemar más calorías así que no merece la pena correr el riesgo de problemas al corazón.
7. Correr correctamente
Correr sobre una cinta se siente diferente a cuando corremos en la calle. Esto causa que muchos se pongan nerviosos y corren con pasos cortos. Esta no es una forma buena de correr, ya que incrementa la posibilidad de tropezarse y lesionarse seriamente. Correr con pasos largos son igual de peligrosos, el paso ideal es correr normalmente.
8. Ignorar los brazos
Aparte de correr correctamente, también es importante usar los brazos mientras corres. Mucha gente usa la cinta y se concentra únicamente en las piernas. Intenta balancear los brazos y que sigan al rito de la corrida para ayudar a maximizar el ejercicio. Los brazos también sirven para no perder equilibrio, pero solamente si los usas.
9. No estar preparado
Antes de subirse a la cinta asegurarse de tener todo lo necesario a mano, especialmente una botella de agua y una toalla. La hidratación es sumamente importante, y lo último que queremos que pase en la mitad de un entrenamiento es tener que parar para ir a buscar agua. La mayoría de las cintas de correr tienen bolsillos grandes para dejar tus pertenencias más importantes.
10. Límites
Uno siempre trata de empujarse al máximo cuando corremos, pero nunca debería pasar al punto de perder el control. Hacer ejercicio nos beneficia mucho, pero si cuando te sientas agotado deberías parar la carrera o bajar la intensidad. No conocer o ignorar a nuestros límites usualmente termina en punzadas, dolores y lesiones serias.
Las cintas de correr son una buena forma de hacer ejercicio, pero solo si se tiene cuidado y usamos nuestro sentido común. Escuchen a sus cuerpos para no exceder sus límites y siempre precalienten antes de una corrida y recuerden disminuir el ritmo progresivamente al final de las carreras antes de bajarse de la cinta. Si se cuidan y son responsables, amaran a las cintas de correr.